Cuando el metal se oxida, muchas veces reemplazarlo o comprar uno nuevo, no es una opción. Se puede eliminar con remedios caseros, como el papel de aluminio o vinagre, o utilizar químicos especiales. Aquí te explicamos como hacerlo.
Usa vinagre blanco.-
Reacciona con el óxido y lo disuelve del metal. Remoja el metal en el vinagre blanco durante unas horas y restriega después. Si el objeto es muy grande, derrama una capa sobre la superficie oxidada y déjalo allí durante un tiempo. O impregna un trapo y pásalo.
Prueba sumergiendo papel de aluminio en el vinagre blanco y úsalo para cepillar el óxido.
Lima y sal.-
Rocía sal en la zona oxidada y que quede cubierta completamente. Después exprime una lima por encima de la sal. Déjalo durante 2/3 horas antes de restregarlo.
También puedes utilizar un limón en vez de una lima.
Haz una pasta con bicarbonato de soda.-
Mezcla bicarbonato con agua hasta que esté lo suficientemente espeso para aplicarlo sobre la zona oxidada. Intenta utilizar un cepillo de dientes para eliminarlo, tras haber dejado que asiente. Luego enjuágalo con agua.
Puedes usar una patata y jabón para platos.-
Corta la patata por la mitad y cubre la zona que no tiene piel con jabón. Pásala por el óxido que tendrá una reacción química que producirá que se elimine con facilidad. Pon la patata sobre el metal y déjala algunas horas. Vuelve aplicar varias veces remojando la patata en el jabón para platos.

Por último, puedes utilizar ácido oxálico.-
Toma todas las precauciones protectoras con este método, utiliza guantes de goma, gafas y ropa de protección y no fumes ni inhales directamente los vapores del ácido.
Lava el objeto con detergente y sécalo cuidadosamente.
Mezcla sobre 25 ml (una cucharadita de 5 ml) de óxido oxálico con 250 ml. de agua tibia.
Remoja el artículo durante 20 minutos aproximadamente y limpia el elemento con un cepillo de tela o latón.
Lava y seca completamente el elemento y habrás terminado.

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