Reciclar objetos metálicos del hogar es una excelente forma de ahorrar energía y reducir la cantidad total de desperdicios. Reciclar metales produce el mayor ahorro energético que cualquier otro material. En comparación con su proceso de producción, el proceso de reciclaje del aluminio, el plomo, o el acero, requiere aproximadamente un 94%, 72% y 75% menos energía.
Aquí te explicamos como hacerlo, teniendo en cuenta siempre que en caso de ser en grandes cantidades, deberás llevarlo a una planta de reciclaje.
1 Recicla las latas de bebidas. Verifica si en tu localidad existe un lugar de reciclado de latas.
2 Deshazte de las perchas de metal. Puedes llevarlas a una tintorería local, seguramente las aceptarán.
3 Recicla recipientes de aluminio. Puedes reciclar lastas de café, latas de comida, papel de aluminio, etc…
4 Recolecta artículos de metal por la casa como los de latón y cobre. Llaves, picaportes, artículos de decoración, accesorios de iluminación, etc…
Clasificar los objetos reciclables
Utiliza un imán de los comunes que tienes en el frigorífico y mira si se adhieren los metales. Si se adhieren son ferrosos, de lo contrario no lo son.
- Entre los metales no ferrosos se encuentran el cobre, el aluminio y el latón.
- El acero y el hierro son metales ferrosos.
- El cobre, latón, aluminio, acero inoxidable y bronce son muy valiosos para los centros de reciclado.

- Revisa las directrices y reglamentos de reciclaje y limpia los metales para eliminar otro tipo de residuos.
Llevar los metales a un depósito o chatarrería
- Llama a todas las chatarrerías cercanas a tu casa.
- Clasifica los metales entre ferrosos y no ferrosos, y también por tipo, cobre, hierro, aluminio, etc…
- Recicla cables. No es necesario que los peles, pero de hacerlo, duplicarán o triplicarán su precio
Casi todos los metales son reciclables y dependiendo de la cantidad valdrá la pena venderlos en una chatarrería o llevarlos a una planta de reciclaje de forma gratuita. Todo dependerá de las capacidades de tu localidad.